miércoles, 1 de agosto de 2007

La izquierda hundida

Rafa Esteve Casanova

Periodista Digital, 19/7/07

Antes del pasado 27 de Mayo los votantes del nacionalismo y la izquierda de tierras valencianas tenían la esperanza de que, por fin, iban a poder desbancar del poder al Partido Popular. Meses antes de las elecciones Esquerra Unida, el Bloc Nacionalista y Els Verds se habían unido con el fin, de todos juntos y en unión, rebañar los votos necesarios para, junto con los socialdemócratas del PSPV, poder optar a la ocupación de las poltronas de la Generalitat. Las primeras encuestas eran esperanzadoras y dejaban un pequeño margen a la esperanza del voto nacionalista y de izquierdas a pesar de que desde una parte de la misma Esquerra Unida no se veía con claridad esta sopa de letras. Pocos días antes de las votaciones la encuesta del CIS fue un jarro de agua fría en la cara de los votantes que esperaban un cambio en la política valenciana. El PP volvería a ganar las elecciones.

Y así sucedió y la noche electoral fue una noche triste para muchos, especialmente para los socialistas y los antiguos comunistas acogidos desde hace años al paraguas de las siglas de Esquerra Unida. Los nacionalistas del Bloc respiraban y sacaban pecho ya que, después de veinte años, volvían a estar presentes en el Parlamento valenciano mientras que, por primera vez desde el advenimiento de la democracia, EU y con ella los comunistas dejaban de tener presencia en un ayuntamiento tan emblemático como el de Valencia. Esa misma noche, en lugar de iniciar un periodo de reflexión y autocrítica, comenzaron a aflorar las afiladas dagas con las que apuñalar al compañero y los empujones para intentar ocupar el sillón y pegar el culo al mismo con la cola más dura del mercado. El pastel se había empequeñecido y los trozos de tarta a repartir iban a ser cada vez más pequeños y escasos.

Y aquel mismo lunes la izquierda y el nacionalismo que habían acudido juntos a la llamada electoral bajo las siglas del Compromís pel País Valencià olvidaron que su compromiso estaba con su el país y sus gentes y no con sus prebendas y comenzaron una larga carrera de autodestrucción que, a algunos, les puede encaminar a la desaparición política. Para empezar al sector oficialista de Esquerra Unida le salió mal la jugada. Fallaron las expectativas, quizás por no haber sabido vender bien el producto, y los votantes dejaron al Compromís con un grupo parlamentario de tan sólo siete diputados de los que tres son afines a la dirección de EU y los otros cuatro corresponden dos a la corriente Esquerra i País dentro de EU y los otros dos al Bloc Nacionalista. Gloria Marcos, con pocas veleidades nacionalistas aunque quiera aparentar otra cosa, quedó en minoría dentro del grupo del que tenía que ser portavoz.

Y la bomba que se venía larvando ha explotado con motivo de la elección de Amadeu Sanchis como representante de Compromís en el Consejo de la Radio Televisión Valenciana. Sanchis, coordinador de EU en la ciudad de Valencia, veía de esta manera cómo era premiado por haber llevado a su partido a la debacle y la desaparición de la política municipal valenciana. Por otra parte el Bloc y las dos diputadas de Esquerra i País querían que el representante de Compromis ante la RTVV fuera Rafael Xambó, sociólogo y cantante. Finalmente será Amadeu Sanchis quien ocupe la plaza de consejero en el medio de comunicación con los votos del sector oficialista de EU y la inestimable ayuda de populares y socialistas. Y seguiremos teniendo en el País Valenciano una televisión gregaria y partidista sin ninguna voz crítica.

Pero la izquierda va a pagar, y no muy tarde, las consecuencias de estas luchas internas. El viejo y caduco Partido Comunista, con su conducta dogmática, continúa teniendo el timón de Esquerra Unida para llevar a esta organización, con la ayuda de algunos de los autodenominados “independientes”, hacia el camino de la desaparición. A Gloria Marcos el empecinamiento en mantener contra viento y marea el nombre de Amadeu Sanchis en la elección del Consejo de RTVV le va a pasar factura. Su momentáneo desmayo en la Cortes es un fiel reflejo metafórico de lo que va a suceder en pocas semanas. Esta vez Marcos ha ganado la batalla pero va a perder la guerra. A la vuelta de las vacaciones la corriente Esquerra i País con un 27 % de miembros de EU pasará a convertirse en Iniciativa del Poble Valencià partido dentro de EU y el Projecte Obert, con un 16 % de afiliados, liderado por Joan Ribó, antiguo portavoz, podría hacer lo mismo. Tal vez el futuro de la izquierda y el nacionalismo en el País Valenciano pase por la agrupación de estas fuerzas junto con el Bloc para crear una nueva fuerza política alejada de todo dogmatismo y que, verdaderamente, se preocupe por, al menos, intentar dar soluciones a los problemas que los valencianos tienen. Mientras tanto la izquierda en lugar de unida seguirá hundida.


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