miércoles, 1 de agosto de 2007

Gritos e insultos en una asamblea local de EUPV en Valencia

Miembros de EiP aseguran que fueron tildados de «fascistas»

La asamblea que la dirección local de EUPV convocó para el lunes por la noche en Valencia se convirtió en un nuevo escenario de la crisis que existe entre las diferentes corrientes internas del partido. Los sectores enfrentados se acusan mutuamente de querer boicotear el acto.


Álex Fenollar, Valencia
Levante-EMV, 1/08/07

La grave situación por la que pasa el presente y futuro de Esquerra Unida del País Valencià (EUPV) se puso otra vez de manifiesto en la noche del lunes. La dirección local de EUPV en la ciudad de Valencia había convocado una asamblea en la sede del Partit Comunista para deliberar sobre los últimos acontecimientos ocurridos en el grupo parlamentario del partido. Sin embargo, y según confirmaron a Levante-EMV varios de los asistentes al acto, los ataques verbales y acusaciones se acabaron imponiendo sobre las palabras de una reunión que los diferentes sectores de EU interpretaron, ya desde su convocación, de manera muy diferente.
Pasqual Mollà, portavoz de Esquerra i País (EiP), manifestó que la intención de la dirección del partido al celebrar la asamblea era «provocar enfrentamientos internos para que el diálogo no pueda triunfar, si no no se entiende que no se convocara una reunión tras las elecciones para valorar los resultados y sí ahora». Mollà aclaró que Amadeu Sanchis, coordinador de EUPV en Valencia, había convocado la cita con motivo del «golpe de estado interno» dado por las diputadas Mónica y Mireia tras su petición de relevar a la coordinadora del partido, Glòria Marcos, como portavoz del grupo parlamentario. «Los insultos de fascistas, mentirosos, traidores y tránsfugas sí se lanzaron durante la noche, por ejemplo a Miquel Real tras la lectura de una resolución del colectivo Ciutat Vella en la que se decía que la dirección ha agravado un conflicto que viene de lejos» , expresó el portavoz.

Joan Ribó, miembro de Projecte Obert, no asistió a todo el acto, pero pudo presenciar «una reunión tensa, con una actitud beligerante por parte de muchas personas, que insistían en pedir la expulsión de los sectores disidentes» . «Intentamos abrir vías de diálogo, que es en lo que creemos, pero la gente no estaba por la labor» , confesó Ribó. «La gente estaba muy nerviosa, y lo que debía ser una reunión adquirió connotaciones de juicio» , añadió en declaraciones al diario.

Los más próximos a la dirección de EUPV ofrecieron una versión más suave de lo ocurrido. Para Amadeu Sanchis «la reunión fue dura y difícil, unos pocos intentaron reventar la reunión con mentiras y con un claro ánimo de provocación» . Las mentiras a las que se refiere guardan relación con el impago de las cartas financieras de las diputadas Mireia y Mónica por el ejercicio de sus cargos públicos. «Esquerra i País defendía que no pueden pagar sus cartas si no están de acuerdo con la dirección del partido, cuando una cosa no tiene nada que ver con la otra» , defendió Sanchis, que concluyó que la asamblea «fue tensa sólo en un momento concreto y por parte de apenas unas cuatro personas». Ricardo Sixto, secretario de organización de EU, opinó a través de las informaciones que los compañeros asistentes le habían facilitado que «es lógico, lamentablemente, que se den situaciones en que unos alcen más de lo debido la voz, porque lo que ha pasado es muy fuerte» . «Sí sé que se arrojaron muchas mentiras, y quienes lo hicieron deberían contrastar sus informaciones» , afirmó Sixto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La izquierda hundida

Antes del pasado 27 de Mayo los votantes del nacionalismo y la izquierda de tierras valencianas tenían la esperanza de que, por fin, iban a poder desbancar del poder al Partido Popular. Meses antes de las elecciones Esquerra Unida, el Bloc Nacionalista y Els Verds se habían unido con el fin, de todos juntos y en unión, rebañar los votos necesarios para, junto con los socialdemócratas del PSPV, poder optar a la ocupación de las poltronas de la Generalitat. Las primeras encuestas eran esperanzadoras y dejaban un pequeño margen a la esperanza del voto nacionalista y de izquierdas a pesar de que desde una parte de la misma Esquerra Unida no se veía con claridad esta sopa de letras. Pocos días antes de las votaciones la encuesta del CIS fue un jarro de agua fría en la cara de los votantes que esperaban un cambio en la política valenciana. El PP volvería a ganar las elecciones.

Y así sucedió y la noche electoral fue una noche triste para muchos, especialmente para los socialistas y los antiguos comunistas acogidos desde hace años al paraguas de las siglas de Esquerra Unida. Los nacionalistas del Bloc respiraban y sacaban pecho ya que, después de veinte años, volvían a estar presentes en el Parlamento valenciano mientras que, por primera vez desde el advenimiento de la democracia, EU y con ella los comunistas dejaban de tener presencia en un ayuntamiento tan emblemático como el de Valencia. Esa misma noche, en lugar de iniciar un periodo de reflexión y autocrítica, comenzaron a aflorar las afiladas dagas con las que apuñalar al compañero y los empujones para intentar ocupar el sillón y pegar el culo al mismo con la cola más dura del mercado. El pastel se había empequeñecido y los trozos de tarta a repartir iban a ser cada vez más pequeños y escasos.

Y aquel mismo lunes la izquierda y el nacionalismo que habían acudido juntos a la llamada electoral bajo las siglas del Compromís pel País Valencià olvidaron que su compromiso estaba con su el país y sus gentes y no con sus prebendas y comenzaron una larga carrera de autodestrucción que, a algunos, les puede encaminar a la desaparición política. Para empezar al sector oficialista de Esquerra Unida le salió mal la jugada. Fallaron las expectativas, quizás por no haber sabido vender bien el producto, y los votantes dejaron al Compromís con un grupo parlamentario de tan sólo siete diputados de los que tres son afines a la dirección de EU y los otros cuatro corresponden dos a la corriente Esquerra i País dentro de EU y los otros dos al Bloc Nacionalista. Gloria Marcos, con pocas veleidades nacionalistas aunque quiera aparentar otra cosa, quedó en minoría dentro del grupo del que tenía que ser portavoz.

Y la bomba que se venía larvando ha explotado con motivo de la elección de Amadeu Sanchis como representante de Compromís en el Consejo de la Radio Televisión Valenciana. Sanchis, coordinador de EU en la ciudad de Valencia, veía de esta manera cómo era premiado por haber llevado a su partido a la debacle y la desaparición de la política municipal valenciana. Por otra parte el Bloc y las dos diputadas de Esquerra i País querían que el representante de Compromis ante la RTVV fuera Rafael Xambó, sociólogo y cantante. Finalmente será Amadeu Sanchis quien ocupe la plaza de consejero en el medio de comunicación con los votos del sector oficialista de EU y la inestimable ayuda de populares y socialistas. Y seguiremos teniendo en el País Valenciano una televisión gregaria y partidista sin ninguna voz crítica.

Pero la izquierda va a pagar, y no muy tarde, las consecuencias de estas luchas internas. El viejo y caduco Partido Comunista, con su conducta dogmática, continúa teniendo el timón de Esquerra Unida para llevar a esta organización, con la ayuda de algunos de los autodenominados “independientes”, hacia el camino de la desaparición. A Gloria Marcos el empecinamiento en mantener contra viento y marea el nombre de Amadeu Sanchis en la elección del Consejo de RTVV le va a pasar factura. Su momentáneo desmayo en la Cortes es un fiel reflejo metafórico de lo que va a suceder en pocas semanas. Esta vez Marcos ha ganado la batalla pero va a perder la guerra. A la vuelta de las vacaciones la corriente Esquerra i País con un 27 % de miembros de EU pasará a convertirse en Iniciativa del Poble Valencià partido dentro de EU y el Projecte Obert, con un 16 % de afiliados, liderado por Joan Ribó, antiguo portavoz, podría hacer lo mismo. Tal vez el futuro de la izquierda y el nacionalismo en el País Valenciano pase por la agrupación de estas fuerzas junto con el Bloc para crear una nueva fuerza política alejada de todo dogmatismo y que, verdaderamente, se preocupe por, al menos, intentar dar soluciones a los problemas que los valencianos tienen. Mientras tanto la izquierda en lugar de unida seguirá hundida.

Rafa Esteve Casanova

Anónimo dijo...

http://blogs.periodistadigital.com/pisandocharcos.php/2007/07/19/la_izquierda_hundida